Por Eleonora Zuleta Patiño (“>)
En la terapia del sábado hicimos un ejercicio de "fantasmas en el clóset" una creación de mi alumna Ondina Montero que me hizo pensar en esta entrada.
Los fantasmas en el clóset me hicieron pensar en esa cantidad de fantasmas que tenemos en nuestra mente y que muchas veces nos los implantaron desde pequeños.
Una cosa en común de ambos fantasmas es que aparecen en los momentos menos apropiados: o bien cuando todo está oscuro y en silencio o bien cuando comienzas un proyecto. De los primeros no escribiré más. Me dedicaré a los segundos.
- Fantasmas impuestos: son aquellas frases que nos dijeron desde pequeños y que nos han marcado la vida aun después de décadas: eres un flojo, no te pareces a ...; no sirves para eso; eres un bueno para nada; ¿y para qué haces eso?; si no te portas bien nadie te va a querer; deja de jugar...
- Fantasmas auto impuestos: Son producto de lo anterior y que han ido creciendo con el pasar de los años: ¿Y si fracaso?; y si no le gusto; y si me dicen que no; y si no resulta bien; y si nadie me apoya; y si...
- Fantasmas fuera de mi control pero que me atacan igual: no me alcanzará el dinero, no encontraré lo que busco; segurito ya se acabó; a que llegó y se fuero; ese se va a hacer el loco para no atenderme;
- Fantasmas del pasado: seguro que me va a pasar de nuevo; si eso me pasó y le pasó a fulano a mi también; recuerda lo que te pasó cuando tenias tal edad; La historia siempre se repite; es algo que todos en la familia les ha pasado;
- Fantasmas del futuro: eso será inviable; eso jamás prosperará;
Los fantasmas en mi cabeza son entonces afirmaciones que en lugar de ayudar entorpecen nuestro camino en la vida. Cuando ellos aparecen muchas veces nos paralizamos y nos dejamos convencer de sus "argumentos bien infundados y documentados" haciendo que nuestro estima comience a disminuir hasta el subsuelo (o más abajo).
¿Cómo combatir los fantasmas en mi cabeza?
¡Limpiando nuestra mente de esas afirmaciones!
Sí, así mismo limpiando. Tal como lo hacemos en casa.
- Primero, fíjate en esos fantasmas recurrentes los que aparecen cada vez que inicias algo. Una vez identificado, pues quítales poder enfrentándolo o ignorándolo o dejándolo de escuchar.
- Segundo, sustituye ese fantasma por una afirmación poderosa de tu propia autoría o de alguien que te inspire la confianza suficiente para emprender.
- Tercero, repite esa afirmación la mayor cantidad de veces posibles para que empiece a ocupar el lugar que dejó el fantasma en cuestión.
- Cuarto, vive en el presente. Esto desarma a los fantasmas del pasado, los impuestos y los futuros.
Cuando combates a los fantasmas en tu mente, te vuelves una persona más fuerte emocional y anímicamente lo cual se traduce en una persona más productiva. Capaz de alcanzar sus metas e incluso impulsar a otros.
"Los fantasmas a veces nos paralizan
pero otras veces nos invitan a actuar.
Podemos escoger qué hacer con ellos"
Nos leemos en una próxima entrega
(“>) Eleonora Zuleta Patiño
Hija de Dios. Mujer. Aprendiz de la Vida.
Fundadora de Reír es Vivir
Maestra Practicante en Bienestar y Alegría
Miembro Experto del Consejo Universidad Virtual de la Risa (LOU)
Embajadora del Movimiento Mundial de Yoga de la Risa
Maestra Avanzada Practicante en Yoga de la Risa.
Profesora de Yoga para Niños y Familias
Facilitadora Internacional en Manejo de Grupos
Licenciada Comunicación Social
Técnico en Publicidad
