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Foto: Pexels - Pixabay |
Por Eleonora Zuleta Patiño (">)
Desde hace cerca de doce años, llevo trabajando con el tema de la alegría y el bienestar, y he visto como sí es posible rehabilitar la alegría en las personas. Este hecho, me ha llevado a la conclusión de que la alegría es como un músculo, el cual se ve imposibilitado de funcionar correctamente por diversas razones.
Cuando una persona sufre una lesión en alguna parte del cuerpo y requiere de yeso o inmovilización, sucede que esa extremidad se pone más delgada, pierde fuerza y no realiza las funciones correctamente, limitando la calidad de vida de la persona. Un yeso en el pie, dificulta caminar, moverse, sentarse cómodamente; un yeso en un brazo dificulta comer, hacer cosas, bañarse, peinarse, vestirse.
Una alegría "enyesada", te limita la creatividad, hace que la persona no se sienta satisfecha consigo misma, evita a toda costa salir de su zona de "seguridad". Una persona con la alegría enyesada, está triste sin razón, puede irritarse con facilidad, todo lo ve negro, deja de cuidarse.
"La alegría es ante todo, satisfacción personal, es el bienestar que emerge cuando hacemos lo que nos agrada, cuando la autoestima es fuerte y seguimos manteniendo la curiosidad y la capacidad de asombro de un niño", así lo define la psicóloga Valeria Sabater, y yo lo confirmo basada en las múltiples sesiones que he realizado.
Esto nos lleva a preguntarnos, ¿Dónde se aloja o se encuentra la alegría?, el psicólogo Sergio de Dios González acota lo siguiente: "la alegría surge de dentro, no tiene nada que ver con el exterior. Rara vez la causan los demás, sino que está plenamente relacionada con nuestros pensamientos y emociones internas. La felicidad está relacionada con “el darse cuenta” y la consciencia que le dedicamos a las pequeñas cosas, no con nuestro carácter exclusivamente".
Según Sabater, cuando la alegría se deja de alimentar, acarrea consecuencias en la vida de las personas: Básicamente que dejamos ir una parte esencial de nosotros mismos, esa donde se amarra la autoestima, la identidad y nuestra capacidad para ser felices.
Estas más de 6.000 horas de sesiones de Bienestar que he dado desde 2011, sin contar las horas de formación brindadas, me han mostrado muchísimos ejemplos de lo anterior.
Las personas que tienen inhabilitado el músculo de la alegría al principio de las sesiones de Bienestar se sienten fuera de lugar, fuera de sentido. Puede ser hasta "doloroso" enfrentarse al bienestar, sin embargo, cuando empieza el proceso de rehabilitación ese dolor se va disipando, perdiendo.
Al igual que los terapeutas en diversas áreas (fisioterapeutas, foniatras, terapeutas del lenguaje),a en bienestar, los procesos de rehabilitación son prolongados y personalizados.
La Organización Mundial de la Salud define la rehabilitación, rehabilitar como «un conjunto de intervenciones encaminadas a optimizar el funcionamiento y reducir la discapacidad en personas con afecciones de salud en la interacción con su entorno». agrega además que, cualquier persona puede necesitar rehabilitación en algún momento de su vida. Por último refiere que la rehabilitación se centra en gran medida en la persona, lo que significa que las intervenciones seleccionadas en cada caso son específicas de sus objetivos y preferencias. Por su parte MedlinePlus, acota que la rehabilitacion es el cuidado que usted recibe para recuperar, mantener o mejorar las capacidades que necesita para la vida diaria. Estas capacidades pueden ser físicas, mentales y/o cognitivas (pensar y aprender). Puede que se pierdan por una enfermedad o lesión, o como un efecto secundario de un tratamiento médico. La rehabilitación puede mejorar su vida diaria y su funcionamiento.
Mi experiencia me dice que un proceso de rehabilitación de la alegría y el bienestar está entre 6 y 18 semanas, dependiendo de cada persona y de su compromiso consigo mismo. Este proceso conlleva un trabajo individual y colectivo. Bajo la metodología de Bienestar y Alegría, creado por el terapeuta francoamericano Sebastien Gendry, (de la cual soy experta certificada, en la foto nos ven juntos trabajando en una certificación internacional) se trabajan seis dimensiones del bienestar, que permitirán recuperar la alegría de las personas, haciendo sesiones grupales (espacios seguros y de confianza), preferiblemente semanales y realizando prácticas individuales entre sesión y sesión.
Alegría: Proviene del latín alacer, alacris, que se puede traducir como “rápido”, “vivaz” o “animado”, y se asocia la alegría con ciertas conductas físicas energéticas, como correr, bailar, saltar, reír, etcétera. Para la página especializada en psicología, www.lamenteesmaravillosa, la alegría es un sentimiento que no siempre es bien entendido. La asociamos a la efusividad emocional, a la risa, al movimiento, a la conexión con los nuestros a través de gratos instantes (...) Johnmarshall Reeve, profesor de psicología positiva de la Universidad de Melbourne (Australia) nos explica en su libro –Motivación y Emoción- que la alegría es sinónimo de bienestar psicológico.
La recomendación valiosa de hoy
El corazón alegre hermosea el rostro;
Mas por el dolor del corazón el espíritu se abate. Proverbios 15:13
Mas por el dolor del corazón el espíritu se abate. Proverbios 15:13
El corazón alegre constituye buen remedio;
Mas el espíritu triste seca los huesos. Proverbios 17:22
Mas el espíritu triste seca los huesos. Proverbios 17:22
Bien, hasta aquí esta publicación. Nos vemos en una nueva entrada con más cosas interesantes que he aprendido y voy a ir compartiendo contigo.
Nos leemos en una próxima entrega
(“>) Eleonora Zuleta Patiño
Hija de Dios. Mujer. Aprendiz de la Vida.
Experta en Bienestar y Alegría
Licenciada en Comunicación Social
IG @sireiresvivir
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