miércoles, 14 de noviembre de 2012

Club de la Risa: Un espacio seguro para reír





Recientemente en una sesión me comentaban que a las personas les da miedo reír en público so pena de ser tildados de locos, tontos o ridículos, en especial ese miedo es típico de los hombres, los cuales, una vez derribado, disfrutan de su niño interno hasta las lágrimas. Los clubes de risa proporcionan ese espacio en el cual todos los integrantes reímos sin razón y al unísono, logrando así vencer al miedo al ridículo más arraigado.

Por Eleonora Zuleta Patiño (“>)

En varias oportunidades hemos tenido la dicha de ver a personas vencer su miedo al ridículo o al qué dirán por reír a carcajadas. Es casi mágico ese momento en el cual por fin le escuchas reír con todas ganas y soltar una que otra lágrima de risa.
También es muy agradable ver cómo sus rostros cambian y dejan la dureza del día a día por una sonrisa sincera y abierta a dar y recibir alegría.
Cuando te conectas con risa, empieza un viaje mágico a tu interior logrando así vivir en plenitud el aquí y el ahora. El cual, a fin de cuentas, es el único existente.

Los clubes de risa (los cuales son dirigidos por personas que se han preparado y estudiado para guiarlas), permiten a sus integrantes ser partícipes de una serie de beneficios que van allá de la alegría inmediata. Al estar todos conectados con las diferentes actividades, nos involucramos en un proceso presente donde no hay tiempo de cuestionamientos. Esa conexión invisible pero poderosa, hace que poco a poco todos vayamos entrando en la suficiente confianza como para dejar salir nuestra risa interna, verdadera y jovial.

Carcajadas, risas o sonrisas son las grandes aliadas de estos espacios. Al vernos en los ojos de los demás, en escucharlos nos demuestra que estamos en una zona donde nadie es capaz de juzgarnos y por ello simplemente nos dejamos fluir.

Cuando ríes te conviertes es un ser espontáneo, auténtico y lleno de vitalidad. Si a la risa le agregas el contacto visual y físico con otros, desarrollas un sentido de comunidad único e irrepetible que puedes vivir en cada sesión. Esta sensación de comunidad y seguridad es la que a fin de cuenta te permite vencer tus miedos, sobre todo el miedo al ridículo.

En cada sesión me maravilla ver la alquimia que sucede en cada uno de nosotros. Ver nuevas personas unirse, probar, reír, respirar, jugar, cantar y ser niños por un rato. Ser libres de prejuicios, juzgamientos o etiquetas. Simplemente disfrutamos de la alegría de la risa, de la vida.

Si cree que es casi imposible que eso suceda, lo invito a una sesión en nuestro Club y luego conversamos.

Hasta la próxima carcajada.

 

(“>) Hija de Dios. Mujer. Aprendiz de la Vida
Maestra Internacional en Bienestar y Alegría
Maestra Internacional en Yoga de la Risa
Lic. Comunicación Social y Publicista
Fundadora del Club de la Risa “Reír es Vivir”
Afiliada a Laughter Yoga International Mumbay India