lunes, 13 de abril de 2015

Tesoros en la vía de la vida

Cuando somos chicos, siempre escuchamos de buscar y encontrar tesoros escondidos. Y nos hablaron de piratas, arqueólogos, excavadores. Nos dijeron que los tesoros son piedras preciosas, oro, diamantes, monedas de gran valor. Que la única forma de encontrarlos era con un mapa secreto lleno de pistas misteriosas y en clave o que había que descifrar mil acertijos. Sin embargo, los verdaderos tesoros se encuentran en la vía en la cual transitamos a diario. Sin necesidad de ser o tener un oficio especial. Sin resolver acertijos. Son tesoros que no tienen  ningún valor comercial pero sí gran valía para muchos: una sonrisa, una flor, un abrazo, un te quiero.
Por Eleonora Zuleta Patiño (“>)


Andamos por la vida tan absortos en las cosas materiales, en el trabajo, en las responsabilidades, en llegar a tiempo, en el qué dirán si..., que nos olvidamos de vivir. De detenernos a prestar atención de los tesoros que tenemos en nuestro entorno.

Un tesoro para cada uno de nosotros tiene un significado distinto, sin embargo, los estereotipos nos han conducido a que creamos, y con gran vehemencia, que un tesoro es algo material y que representa miles de millones de dólares en monedas, oro o piedras preciosas. 
Y está bien. Esos también son tesoros.

Pero desde el punto de vista del bienestar, que es a lo que me dedico, los tesoros adquieren un nuevo enfoque, una nueva dimensión. Los tesoros son intangibles a veces invisibles pero que adquieren un valor imposible de cuantificar monetariamente hablando. 
Los tesoros a los cuales me refiero son aquellos que nos llenan de alegría, de emociones positivas, de ganas de vivir. Muchos de ellos están unidos, de una u otra forma a objetos, como por ejemplo una flor, la envoltura de un chocolate, una foto. 
Y es que es imposible ponerle precio a un recuerdo o a una emoción. 

¿Qué tesoros y en dónde?

  • Cuando eres chico, un tesoro puede ser cualquier cosa. Desde una caja de fósforos con un insecto adentro hasta medio caramelo en tu bolsillo. Pasando por metras (canicas), un juguete (soldado de plástico, carrito, muñeca), un lápiz de color, un ala de mariposa y un largo etcétera.  Estos tesoros se encuentran en cualquier lugar y en cualquier momento. Cuando eres chico, hay tesoros a montones. 
  • A medida que crecemos esto va cambiando y a veces un tesoro es tu primer beso, tu primer regalo del chico o chica que te gusta, es ese examen en el cual sacaste la mayor puntuación, es un pedazo de tela, es la camisa con la firma de tus amigos de la secundaria. Lo consigues en la vida y prestando atención.
  • Y luego esos tesoros se convierten en cuentas  en el banco, tarjetas de crédito, un carro, cadenas de oro, piedras preciosas, lingotes de oro. Los obtienes trabajando arduamente por largas horas. 
  • Más adelante, los tesoros adquieren otro enfoque. Ahora un tesoro es tiempo con quien amas, un abrazo, un te quiero, un te amo. Que lo consigues en tu círculo familiar más cercano. En tus amigos.
  • Mucho más allá, los tesoros se vuelven una mezcla de todos los anteriores pero con más significado y valor emocional y emotivo. Una cajita empieza a contener tus tesoros: una carta, una flor marchita por el tiempo, una foto casi borrada por el tiempo, un anillo, el abrazo de tus hijos, nietos y con suerte bisnietos.

Como verás los tesoros van cambiando con el tiempo. 
Lo bueno es que hoy tienes la oportunidad de prestar atención a cuáles tesoros te estas aferrando y por qué los consideras así.

En la más reciente terapia en el parque hicimos una dinámica de buscar tesoros. Y el tesoro era una hermosa flor muy olorosa que estaba sobre casi todo el lugar. Cuando di la instrucción muchos quedaron atónitos con la misma. Sin embargo, a medida que iban encontrando el tesoro se dieron cuenta de lo hermosa que era, lo bien que olía, y que siempre ha estado allí pero que nunca se percataron  de ella. Al finalizar la terapia, muchos estaban asombrados de esa maravilla que hasta ahora, habían pasado por alto. Vi a mas de uno guardar una florecita en el bolsillo.
Hay tesoros geniales como una sonrisa, un abrazo, un piropo cuando crees que estás en tu peor facha, un dulce que tenias tiempo sin comer, la llamada de un ser querido... una flor naciendo en la acera (calzada o banqueta), un atardecer, la luna en medio de la noche, una serenata de aves en tu ventana.
Los tesoros son únicos e individuales. Solo tú puedes darle el significado correcto. Para muchos es solo un pedazo de tela, para ti el recuerdo de tu vestido favorito; para otros es basura vieja esa envoltura de chocolate para ti es el recordatorio de tu primer beso. Para alguien es una baratija adorno para ti es el regalo de tu abuelita.

Hace poco volví a ver la película El pequeño Angel que habla justo de este tema, les invito a verla haciendo click aqui  espero la disfruten.


Nos leemos en una próxima entrega

(“>) Eleonora Zuleta Patiño
    Hija de Dios. Mujer. Aprendiz de la Vida.
     Fundadora de Reír es Vivir
    Maestra Practicante en Bienestar y Alegría
    Miembro Experto del Consejo Universidad Virtual de la Risa (LOU) 
    Maestra Avanzada Practicante en Yoga de la Risa.
    Profesora de Yoga para Niños  y Familias
    Facilitadora Internacional en Manejo de Grupos
    Licenciada Comunicación Social
   Técnico en Publicidad