Por Eleonora Zuleta Patiño(“>)
La negatividad es como el estado casi natural de muchas de personas en todo el mundo, pareciera que es un virus que se contagia y se propaga a la velocidad de la luz, por todos lados. Y es facilísimo unirse a ellos por medio de la crítica, el descrédito, la burla, la queja, el reproche y un sinfin de actividades mas.
Cuando estas actitudes se hacen de manera colectiva es muy notoria la sensación de pesadez en el lugar. Se siente una incomodidad general y una leve angustia de estar ahí. Este excesivo uso de la energía energía negativa nos ha llevado a ser personas menos productivas, menos creativas, menos tolerantes, menos corteses, menos empáticos, se tienen menos amistades, menos enérgicos, menos, menos, menos, menos...
El uso excesivo de ella, puede crear además incomodidad en la persona que la genera, en el entorno y en el ambiente. Impacta a todo y a todos.
La energía negativa en forma de pensamiento o palabra, hace que el cuerpo enferme, nos lleva más veces al médico. También genera entornos de malestar e interfiere en los procesos comunicativos en los distintos entornos. Se generan peleas, pleitos y conflictos.
Con tanta consecuencia sería bueno que ahorráramos energía negativa. Algunos tips para hacerlo:
- Cierra el grifo de las malas palabras
- Enciende la queja lo menos posible
- Evita poner criticas al conversar
- Disminuye el consumo de burlas hacia el otro
- Coloca un filtro auditivo para las canciones sin contenido
- Busca un protector de pantalla para las películas, juegos y mensajes violentos
Si bien son recomendaciones sencillas, se requiere de mucha práctica para ponerlas en acción. Lo interesante es que cuando se logra, los cambios se hacen notar. De adentro hacia afuera. Los cambios comienzan en uno mismo y se hacen extensivos.
La positividad se ve reflejada en actitudes muy notorias, son personas que hablan de forma positiva, con un vocabulario agradable, en lineas generales tienen una sonrisa en el rostro, buscan el lado amable de las situaciones o personas. En este caso, el entorno se vuelve agradable, fluido.
Cuando se derrocha energía positiva, también hay efectos o consecuencias pero beneficiosas para todos. Una persona positiva es una persona con la cual se quiere estar, es más creativa, más sana, más empática, mas tolerante, más educados, más saludables, más atractiva, más sonriente, más, más, más, más.
La energía positiva por su parte, impacta en el cuerpo al hacerlo más saludable, facilita los procesos comunicacionales, mejora las relaciones familiares, laborales y sociales.
La energía positiva se cultiva cada día, poco a poco, de manera consciente. Algunos tips son :
- Derrocha adjetivos positivos
- Usa lentes de aumento para los buenos detalles
- Aumenta el consumo de frases inspiradoras
- Desactiva el firewall para la música con buen contenido
- Usa un amplificador de películas, juegos y mensajes positivos
- Desparrama sonrisas y saludos amables
- Promueve el 2x1 en abrazos en tu familia
La fórmula es muy sencilla - - = + +
Menos negativismo es igual a más cosas buenas o positivas
Solo es cuestión que prestes atención
a tus palabras y acciones de cada día
Nos leemos en una próxima entrega
(“>) Eleonora Zuleta Patiño
Hija de Dios. Mujer. Aprendiz de la Vida.
Fundadora de Reír es Vivir
Maestra Practicante en Bienestar y Alegría
Miembro Experto del Consejo Universidad Virtual de la Risa (LOU)
Embajadora del Movimiento Mundial de Yoga de la Risa
Maestra Avanzada Practicante en Yoga de la Risa.
Profesora de Yoga para Niños y Familias
Facilitadora Internacional en Manejo de Grupos
Licenciada Comunicación Social
Técnico en Publicidad