Por Eleonora Zuleta Patiño (“>)
La palabra gratitud procede del vocablo gratitudo que es fruto de la suma de dos partes claramente definidas: por un lado, la palabra gratus, que es sinónimo de “agradable y agradecido”, y por otro, el sufijo –tudo que es equivalente a “cualidad”.
La gratitud es un valor, el cual se adquiere desde pequeños y que se fortalece o desvanece con el paso del tiempo... "¡muchacho, da las gracias!" esta frase es lugar común en muchos hogares del mundo (claro no todos en español), pero representa el primer paso al desarrollo de este valor.
A veces, se agradece excesivamente otras por el contrario nunca se agradece por nada. Lo ideal es encontrar el equilibrio, y esto se logra cuando nos hacemos conscientes de nuestros actos diarios y de cómo interactuamos con las demás personas en nuestro entorno. Agradecer es una forma de amar al otro. Muchas veces damos por un hecho las cosas diarias y se puede llegar a creer que todos tienen una obligación con nosotros, y nos olvidamos de dar las gracias por muchas de ellas.
Ser agradecido, además, te abre la puerta para ser más próspero y productivo.
Podemos dar gracias en el ámbito laboral, familiar, escolar, social, relacional (con tu pareja). En cada espacio hay motivos para agradecer.
Es poco común que demos gracias a mamá por esa comida tan sabrosa que nos hizo hoy o por arreglar nuestra camisa favorita sin decirle nada o por estar ahi cuando nos enfermamos. También es poco frecuente darle gracias a nuestro compañero de trabajo por haber realizado su tarea, la cual nos facilitó la nuestra y claro, hizo que se alcanzara la meta establecida.
En el colegio o universidad es menos frecuente, agradecer a los maestros o profesores por su labor, lo tomamos como algo "obvio" "para eso están" sin embargo, un gracias puede ser y hacer la diferencia en un momento determinado. Algo similar puede suceder por ejemplo en la ciudad como por ejemplo con los choferes del transporte público.
Con el paso del tiempo se hace más difícil en algunos casos agradecer a la pareja por cosas que al principio de la relación era común.
Puedes agradecer por cerrar un ciclo, puedes agradecer si estas por iniciar un ciclo, sea cual sea.
El agradecimiento al iniciar un ciclo, viene expresado por la oportunidad que se nos presenta para experimentar y vivir nuevas experiencias, aprendizajes, momentos, y crear nuevos recuerdos. Comenzar una carrera o estudios es un ejemplo de cómo funciona la gratitud. Estás emocionado por esta nueva etapa de tu vida. Es ahí en ese instante cuando puedes agradecer por miles de cosas, como por ejemplo por: los nuevos conocimientos, habilidades y destrezas; por las nuevas amistades y hasta por los nuevos amigos; por poder cumplir tu sueño.
Dar las gracias al cerrar un ciclo es más sencillo, pues ya hemos visto reflejado las cosas que sucedieron. Pero también se puede (y hasta se debe) agradecer por las cosas que no sucedieron. Por ejemplo, a inicios de 2015 escribí una entrada en el blog "Un nuevo año calendario, un nuevo reto" el cual plasmé las cosas que me gustaría que sucedieran. Hoy puedo agradecer por todas ellas.
Comenzar a agradecer conscientemente
es vivir a plenitud en el aquí y en el ahora.
Pero también podemos agradecer por cosas que nos sucedieron en el pasado
y que de no haber sucedido no seríamos quienes somos hoy en día.
Nos leemos en una próxima entrega
(“>) Eleonora Zuleta Patiño
Hija de Dios. Mujer. Aprendiz de la Vida.
Fundadora de Reír es Vivir
Maestra Practicante en Bienestar y Alegría
Miembro Experto del Consejo Universidad Virtual de la Risa (LOU)
Embajadora del Movimiento Mundial de Yoga de la Risa
Maestra Avanzada Practicante en Yoga de la Risa.
Profesora de Yoga para Niños y Familias
Facilitadora Internacional en Manejo de Grupos
Licenciada Comunicación Social
Técnico en Publicidad