Por Eleonora Zuleta Patiño (¨›)
En la vida las hojas en blanco son la excusa perfecta para avanzar. Es la oportunidad de hacer de nuevo algo o comenzar algo totalmente nuevo.
Muchas veces en mi etapa universitaria, bien como estudiante o como facilitadora, me sucedió que por diversos motivos los trabajos o investigaciones que realizaba se perdían en la maraña de la memoria del computador (eso aún no lo entiendo) y tocaba empezar todo de nuevo. Pero retrocediendo aún más en el tiempo cuando estudiaba publicidad y tocaba realizar los diseños a mano (usando esas interminables reglas, transportador, compás, escalímetro, y los temibles rapidograph cargados de tinta china) y por alguna razón se manchaban o se movía la línea ¡había que empezar de nuevo todo! pues no admitían correcciones ni borrones.
Al principio me ponía de muy mal humor llegando incluso a las lágrimas de frustración. Hasta que un buen día, gracias a Dios, aprendí que eso era una maravillosa oportunidad de hacerlo mejor y por qué no, diferente. Admito que es todo un proceso de aprendizaje, pero la recompensa es maravillosa.
¿Te ha pasado a ti también?, ¿has tenido que empezar de nuevo algo cuando ya casi estaba listo?, ¿has sentido frustración?, ¿has querido tirar la toalla?
La hoja en blanco en la vida es la oportunidad. Uno decide qué hace con ella. O la llena de nuevo con los errores y equivocaciones de la hoja dañada. O aprende de ellos y procura hacerlo diferente y mejor. Es cuestión de decisión.
Este año me ha tocado agarrar muchas hojas en blanco. Pero ahora, con más experiencia y conciencia, lo estoy haciendo diferente. Le he puesto título a cada hoja (proyecto) y revisado las hojas similares de años anteriores y con ellas he revisado: lo que funcionó o no, lo que más me gustó, y lo que obviamente hay que acomodar. Con lo anterior, pues me ha dado la oportunidad de aprender nuevas habilidades, desarrollar otras y por supuesto poner manos en acción.
Lecciones
Una de las mejores y mayores lecciones que me ha dado la metodología de Bienestar y Alegría, es que todo es posible; que es la actitud la que marca la diferencia entre avanzar, estancarse o retroceder; y que todo nos deja una lección invaluable. Por otra parte, fortalecer mi Bienestar Espiritual, acercarme más a Dios y a Jesús me ha dado nueva perspectiva, pues por medio del estudio de la Biblia, mi manual de vida, me he dado cuenta que siempre podemos comenzar de nuevo, y que para ello debemos renovar nuestra manera de actuar, pensar y sentir, y que todos nuestros talentos, dones nos lo ha dado Dios con lo cual hemos alcanzado muchas metas y alcanzaremos nuevas de su mano y guía en cada hoja en blanco a comenzar.
Hoy día, me sigue dando "sustico" las hojas en blanco, pero ya no me agobian. Mas bien me impulsan a pensar ¿cómo lo puedo hacer mejor? ¿qué he de aprender? ¿necesito desarrollar o fortalecer alguna área de mi vida o saber? ¿es posible aprender alguna lección del pasado para alcanzar el éxito en el futuro?
La recomendación valiosa de hoy