Es fácil dejarse envolver en las redes del afán. Esas redes que se tejen con obligaciones, deberes (reales o ficticios), urgencias, emergencias, tareas, actividades y los más rudos: el apagar fuegos emergentes (que son diferentes a las emergencias). Las redes del afán te alejan de lo que amas y de lo que realmente es valioso para ti.
Por Eleonora Zuleta Patiño (¨>)
Según la Real Academia de Lengua española, afán significa esfuerzo o empeño grandes; Deseo intenso o aspiración de algo. Y también coloca otras definiciones "en desuso" pero que en realidad describen qué es el afán. En este sentido coloca: Apuro, aprieto o necesidad extrema. Prisa, diligencia o premura.
Por su parte, la RAE define ocuparse como emplearse en un trabajo, ejercicio o tarea. Poner la consideración en un asunto o negocio. Asumir la responsabilidad de un asunto, encargarse de él.
La palabra “afán” (griego-merimna) significa “ansiedad, preocupación, lo que divide, lo que distrae la mente y lo que hace girar la mente de la persona angustiada en diferentes direcciones. A veces se usa la palabra para un cuidado y una preocupación sana y útil pero también se usa para una preocupación y cuidados nocivos y dañinos, que llamamos “AFÁN”.
Estar afanado es diferente a estar ocupado. Afanado es poner más cosas en tu mente que en tus acciones mientas las realizas. Es tratar de hacer malabarismos entre lo que se puede hacer, lo que debe hacer, lo que se va a hacer y lo que realmente estás haciendo. Por su parte, estar ocupado es estar enfocado en algo a la vez, es poner todo tu ser en eso que estás haciendo.
El estar afanado trae consigo angustia, desasosiego, agotamiento y cansancio físico, mental y emocional. Estar ocupado también te cansa pero no trae consigo mayor carga de angustia y desasosiego. Por lo menos eso he aprendido en el paso del tiempo. Cuando empiezo a sentirme angustiada por algo procuro ocuparme en ese algo, eso baja mi nivel de angustia y puedo resolver la situación. Esa es mi fórmula y me ha funcionado. También me ha tocado soltar eso que me tiene angustiada y también me funciona. Ha sido un viaje que incluye conocerme y conocer las reacciones ante las situaciones.
La red del afán es sutil, y puede presentarse cuando decimos "sí" a todo; cuando queremos "hacer todo a prisa" y sin enfoque; cuando nos "comparamos con otros", cuando la "perfección o perfeccionismo se hace presente"; cuando nos preocupamos demasiado por algo. La red del afán nos hace creer imprescindibles en el ámbito donde nos desempeñamos, queremos hacer todo sin delegar, nos hace creer que más nadie puede hacer las cosas. Afanarse por algo sólo trae efectos colaterales negativos y por mas que te afanes nunca podrás alargar el día.
Cuando descubrimos que andamos afanados, tenemos la mitad del problema resuelto. Al reconocerlo, podemos hacer lo siguiente:
.- Respira profundo y estírate.
.- Se agradecido.
.- Verifica cuántas cosas estás haciendo simultáneamente.
.- Enfócate en una sola cosa a la vez.
.- Suelta aquello que no está en tus manos resolver y de ser posible, delégalo.
.- Lee un buen libro.
.- Escucha música que te tranquilice.
.- Camina en un lugar rodeado de naturaleza: árboles, plantas, río, playa.
.- Cree en un ser superior a ti.
- Hago todo lo anterior.
- Todo lo que me angustia se lo entrego a Jesús.
- Confío por completo en Dios y en lo que hará.
- Recuerdo que he de vivir un momento a la vez, sólo día a la vez, y que cada día trae su propios asuntos a resolver.
- Agradezco a Dios por todo.
y que hagan lo que él les pide. Dios les dará a su tiempo todo lo que necesiten.
de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar.
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